- Área: 118 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Federico Kulekdjian
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Proveedores: Astigas, E-27 iluminación, EDFAN, Helmut, Huup iluminación, Ingeniería gastronómica, Jardines el Ceibo, Marmolería Gago, Red sur
Descripción enviada por el equipo del proyecto. GOODSTEN no es solo una cremería, nace de una experiencia de paisajes oníricos
de otros mundos, como si se tratara de un planeta donde existe otra lógica. Paisajes desconocidos y fantásticos nos han remitido a piedras preciosas cuya
superficie facetada nos inspiró para generar un sistema constructivo. Aquellas rocas que por dentro nos deslumbran con sus brillos y texturas acristaladas, como
diamantes de otro planeta.
La alegoría de la “piedra preciosa” resultó impactando en decisiones creativas
desde lo proyectual y lo constructivo, hasta en decisiones de branding/naming,
incluso en los procesos de producción de los postres que se elaboran sobre placas
de granito a temperaturas bajo cero.
Tradujimos esta idea en un sistema constructivo a través de un material que nos
permitió moldear estas figuras facetadas, sin recaer en la literalidad de materiales
pétreos. Buscábamos expresar una homogeneidad a través de una superficie
continua de elementos que compongan una cascara diamantada, lográndolo
mediante la repetición de tejuelas metálicas tratadas.
La propuesta es expresiva y a la vez sintética, es decir, propone un formalismo
inquietante desde su silenciosa mono-materialidad. La construcción de un anexo en doble altura (que genera la verdadera espacialidad de la cremería) se adosa a la
casa original logrando que ambos elementos convivan de manera respetuosa y
armónica. La nueva estructura diamantada dialoga morfológicamente con los
tejados inclinados típicos de un chalet del siglo XX.
La implantación de este anexo incorpora dos mansardas por dentro y una tercera
por afuera, la cual responde a las exigencias de código de ventilación e iluminación
del municipio. Motivo por el cual la cubierta modifica considerablemente su
recorrido de abajo hacia arriba, permitiendo la ventilación e iluminación necesaria.
Como resultado nos encontramos con una cubierta muy plástica desde su
geometría. En el nivel cero construimos una pieza de hormigón sobre la cual, a
modo de basamento se apoya toda la cubierta fusionándose bajo una configuración morfológica similar.
Creamos un sistema compositivo de triángulos y/o superficies facetadas que se ven reflejados en varios elementos diseñados particularmente a lo largo de todo el
proyecto. Desde las aberturas en la edificación existente en las zonas de producción hasta la cubierta del anexo permitiendo el paso de luz de forma tamizada. A su vez esta misma geometría compone la estructura metálica del sistema de iluminación general asi como el diseño de solados exteriores en premoldeados de hormigón. Todo confluye en un mismo criterio compositivo.
La propuesta general interior está determinada por elementos del imaginario
estético nórdico, como son por ejemplo los tapizados de cueros y pieles, muros
revestidos en madera natural y mármoles claros. Todos ellos materiales nobles y en
tonos monocromáticos generando sin mayor dificultad una perfecta integración
entre el mundo onírico-fantástico y el sistema compositivo que hemos creado.
El programa de necesidades del cliente ha sido muy riguroso. La superficie
destinada a las aéreas de elaboración del producto cubren casi el 50% de la
superficie total de la obra, dividida en dos niveles y con dobles circulaciones para
asegurar el uso perfectamente diferenciado entre las zonas públicas y las privadas.